Es tal la cantidad de obras construidas dentro de Xilitla que resultaría imposible enumerarlas, como este fragmento, de arcos, columnas y ventanas de los más encontrados estilos arquitectónicos hechas por el simple placer de sentir el viento, la humedad y la libertad que transpira a cada instante en este mágico lugar…
Escaleras sin fin que conducen a destinos insospechados y donde a cada escalón que asciendes se convierte en si mismo más que un simple mirador, en un sitio que sabes albergará todo un cúmulo de reflexiones.
Estructuras, represas, todo lo que estuvo al alcance la imaginación de Edward James logró plasmarlo en este lugar, las pozas naturales se enriquecen e invitan al baño con un carácter de ritual que se acentúa al contacto de la brisa y lo imponente de sus cascadas.
Más que la integración de las formas a la rica naturaleza, Xilitla nos brinda de experiencia de apreciarlas tanto dentro como fuera del contexto selvático.
Cual libro de aventuras, cada paso nos lleva a descubrir nuevas formas arquitectónicas en los más diversos estilos en una perfecta armonía entre la vegetación y el genio creativo de E. James.
Las cristalinas aguas del arroyo que existe en Xilitla al cual, E. James anexó unas represas en su muy peculiar estilo son un refrescante premio dentro del recorrido de este lugar.
¿La India, Singapur, Tailandia?… No, ¡es México!; en un recorrido mágico por el mundo de Edward James.